En Europa, estalló un verdadero escándalo, en cuyo centro estaba el chip Moisey integrado en los electrodomésticos. Como resultado de numerosos exámenes realizados por expertos europeos de la Agencia de Radio Electrónica y Comunicaciones, fue posible establecer que la mayoría de los electrodomésticos grandes tienen el chip anterior. Es él quien contribuye a su rápido fracaso. Los expertos observaron muchos casos de funcionamiento incorrecto de electrodomésticos. Por ejemplo, calentamiento incontrolado de hornos eléctricos, funcionamiento continuo de compresores de refrigeración durante varios días, así como un aumento en el número de revoluciones de motores eléctricos.
En una conferencia de prensa, las empresas manufactureras no refutaron la presencia de un microprocesador en su tecnología. Después de todo, está diseñado solo para optimizar el funcionamiento de los dispositivos, y no al revés. Pero junto con esto, los expertos de la compañía comenzaron a examinar y verificar cuidadosamente sus equipos para determinar la causa de tales fallas. El microchip Moisey en sí no se considera el "culpable" de las averías, ya que sirve precisamente para mejorar la calidad del equipo, su eficiencia energética y, en consecuencia, su vida útil.
Sin embargo, las compañías no lograrán escapar de la conferencia de prensa y las acusaciones de no participación del chip "sospechoso" con mal funcionamiento. Ahora, como mínimo, deberán demostrar que el mal funcionamiento de sus dispositivos no está conectado de ninguna manera con el microprocesador. Y la tarea máxima, muy probablemente, serán los argumentos sobre el uso del chip para la tecnología y la idoneidad de su uso en la fabricación de electrodomésticos.