No es necesario lavar las bayas congeladas preparadas de manera industrial, porque durante el procesamiento ya han pasado este procedimiento y se venden como un producto listo para comer. Esta es la posición oficial de los productores, y las realidades de la vida hablan de manera diferente: las fresas, los arándanos, las cerezas y otras frutas no siempre cumplen con los estándares de pureza y seguridad.
¿Cuándo lavar y cuándo no?
El contacto con el agua definitivamente no beneficiará a las bayas que han sido congeladas con azúcar. Como mínimo, perderán su sabor. Además, no lave las frambuesas rotas: las piezas limpias simplemente se convertirán en puré de papas.
En cuanto a las bayas con piel dura (que incluyen arándanos rojos, cerezas, espino amarillo, escaramujo), toleran los procedimientos de agua con bastante firmeza.
Lavar los arándanos, las grosellas rojas y negras, el viburnum y las fresas puede ser algo arriesgado.
Las bayas que se venden en envases herméticamente cerrados y cuyo productor es confiable se pueden comer de inmediato.
Enjuague con agua antes de usar debe ser la fruta:
- comprados por peso (pueden tocarse o esparcirse y luego recogerse del piso, aunque esto está prohibido por las reglas del comercio);
- con evidentes rastros de contaminación, la presencia de impurezas;
- de fabricantes desconocidos.
Por cierto, existe la opinión de que la baja temperatura mata las bacterias. De hecho, esto no es así: durante la congelación prolongada, solo mueren algunos tipos de helmintos. Los microbios "hibernan", y cuando las condiciones se vuelven favorables, comienzan a multiplicarse aún más activamente. Por lo tanto, las bayas congeladas no pueden considerarse un producto absolutamente seguro: si se hacen con una violación de la tecnología y posteriormente no se han sometido a un tratamiento térmico o no se han lavado, existe el riesgo de infecciones intestinales.
Mis bayas tienen razón: tres opciones para todos los gustos
Dependiendo del tipo de bayas y el resultado deseado, puede lavarlas de varias maneras.
Es importante recordar que la congelación repetida de cualquier producto está prohibida, por lo tanto, antes de lavar, debe verter de la bolsa la cantidad de frutas que se utilizará de inmediato.
En agua fria
Si necesita enjuagar bayas que ya se han descongelado un poco, este método será más suave que el resto, ya que el agua fría no provoca la liberación de jugo. Sin embargo, para que el sabor y la condición de las frutas no se vean afectadas, es mejor sacarlas del congelador 2-3 minutos antes de lavarlas.
El proceso es bastante simple: las bayas se colocan en un colador o tamiz y se lavan rápidamente con un grifo. No se recomienda mezclarlos con una cuchara o con los dedos. Si es necesario, puede agitar los platos vigorosamente, simulando un panqueque en una sartén: las bayas que estaban debajo estarán encima. Después del lavado, deje que drene el agua.
En agua tibia
Por lo tanto, no solo puede limpiar las bayas de la suciedad y los microorganismos, sino también descongelarlas. Aplique agua tibia solo sobre frutas heladas; las que ya se hayan acostado a temperatura ambiente emitirán una gran cantidad de jugo. Es posible procesar de esta manera cerezas (con o sin semillas) y otras bayas con una piel densa.
La temperatura recomendada del agua es de 60 ° C. El lavado se realiza según el principio descrito en el párrafo anterior.
Jarabe para mojar
Esta opción es ideal para frutas suaves y delicadas como fresas y frambuesas. Cuando se lavan con agua común, se vuelven agrios, pero si usa jarabe, todas las bayas permanecen intactas y hermosas, además, su sabor se vuelve más agradable. El único inconveniente es la capa de azúcar pegajosa. Permanece en la superficie y mancha los dedos, por lo que hay bayas empapadas en almíbar, seguidas de cubiertos.
El proceso de lavado es el siguiente:
- Primero sirope de cerveza. Debe estar lo más saturado posible: cuanto más azúcar, mayor es la probabilidad de que las bayas no pierdan su apariencia.
- Luego, el jarabe terminado debe dejarse en la mesa durante 5 minutos, para que se enfríe un poco.
- Las bayas se vierten en un tamiz metálico en una capa delgada (aproximadamente 3 cm). Si necesita procesar muchas frutas, esto se hace en varias etapas.
- Las bayas se bañan con jarabe caliente, el tamiz se agita y se vuelve a mojar.
- Espere hasta que el jarabe restante se drene y transfiera las fresas o frambuesas a un plato.
Para que el procedimiento tenga éxito, las frutas no deben derretirse. De lo contrario, pueden convertirse en un "desastre": no habrá otra opción que cocinarles compota o mermelada.
El jarabe con el que se rocían las bayas se debe verter. Usarlo para cualquier propósito repetidamente no vale la pena, porque contiene toda la suciedad que estaba presente en la superficie de la fruta.
Lavar o no lavar bayas congeladas: todos deciden por sí mismos. Sin embargo, si hay alguna duda sobre la calidad del producto, vale la pena pasar un poco de tiempo y enjuagar el contenido del paquete. Esta acción simple no solo ayudará a mantener una buena salud, sino que también mejorará el sabor de la fruta si se utilizó jarabe de azúcar para el lavado.